1. Traduce tus propósitos en metas a alcanzar en un marco de tiempo. Escríbelas y detállalas lo más posible, que sean lo más claras y delimitadas posible para que tengas un punto exacto al cual quieres llegar.
2. Haz un plan de acción para alcanzar cada una de tus metas.
3. Haz una lista y usa todos los recursos internos y externos con los que cuentas para alcanzar tu meta y otra lista de los recursos que te hacen falta y cómo vas a hacer para conseguirlos.
4. Revisa periódicamente tus avances sobre el plan de acción y haz los ajustes necesarios para mantenerte en el camino hacia tu meta.
5. Reconoce y premia tu esfuerzo cuando logres cada una de tus metas.
Eso sí, es importante que sepas que si no lo pones en práctica, nada va a suceder. En esto, no hay nadie que lo pueda hacer por tí.