Recientemente, mis amigas me hicieron notar algo que a todos creo que nos ha pasado en algún momento de desesperación:
Cuando estamos pasando por una situación complicada, cuando nuestras emociones están totalmente revueltas y a flor de piel, cuando en verdad creemos que ya hicimos todo lo que está a nuestro alcance y no resulta suficiente para resolver el tema que traemos y compartimos cómo nos estamos sintiendo, los buenos amigos o familiares nos dicen:
"no te agobies, todo se va a resolver... solo fluye....debes mantenerte positiva, verás cómo todo cambia".
Y no dudo que su intención sea la mejor para desearnos paz y tranquilidad, que evidentemente están notando que hemos perdido por la situación que estamos viviendo. Sin embargo, a veces eso es lo último que queremos escuchar y no porque no queramos fluir y no queramos ser positivos sino porque nos falta que nos den la fórmula para para no agobiarnos y seguir siendo felices a pesar de las circunstancias.
¿Te ha pasado?
Te cuento que en algún momento de mi vida me resultaba inverosímil que la gente pudiera estar tranquila o feliz a pesar de una tragedia o drama que estuvieran viviendo... o aquellas personas que todo el tiempo sonríen y parece que nada les molesta.
¡No creía en las personas felices!
Me daban desconfianza. ¿Cómo puede existir gente que dice ser feliz todo el tiempo cuando no tiene dinero, cuando perdió el trabajo, cuando no encuentra una mejor oportunidad de crecimiento, cuando no llega la pareja perfecta, cuando...? La lista puede ser muy larga y lo que evoca, seguramente muy profundo. Eso me pasaba a mí.
¿Quién podría conocer esa fórmula de la felicidad y positivismo permanente? Para mí era casi como buscar el
Santo Grial o
la fuente de la eterna juventud.
Hoy te puedo compartir que veo la felicidad y ser positivo sí como una
decisión, pero también creo que involucra un
proceso para lograrlo. El proceso es sinónimo de
tiempo y de
acción. Lo que te quiero decir es que para encontrar ese punto donde puedes ser positivo a pesar de las circunstancias y mantener tu felicidad requiere tiempo, acciones y sobre todo,
paciencia contigo mismo. De ahí surge el aprendizaje.
Otra conclusión a la que he llegado es que definitivamente tiene que ver con tus
pensamientos y el manejo de tus
emociones. Algunos le llaman inteligencia emocional; yo solo lo veo como el juego de vivir y sentir las emociones y no dejar que te hagan daño. Es un reto que resulta realmente interesante. Al principio lo intentas una y otra vez y vuelves a caer en hacerte daño emocionalmente al sentir y juzgarte. Poco a poco vas afinando los resultados y los cambios son casi imperceptibles. Hasta que llega un momento en que te das cuenta que has avanzado varios niveles en el juego. Cada vez te haces menos daño a pesar de lo que puedas estar sintiendo.
Lo mismo sucede con los pensamientos, tu positivismo o tu negatividad van directamente relacionados con tus creencias y con tus pensamientos, ¿has reflexionado en qué es lo que te dices cuando estás en una situación complicada? ¿Cómo está juicio hacia ti mismo? ¿Eres paciente y tolerante con tus emociones?
Si quieres ser de esas personas que pueden mantenerse positivas y felices a pesar de circunstancias adversas, te sugiero empieces a practicar desde hoy. Y te comparto estos 5 tips: